'Nothing Sacred,' Un drama romántico en blanco y negro con un toque de comedia hilarante

La década de 1930 fue una época fascinante para el cine, con la llegada del sonido que revolucionó la forma en que las historias se contaban en la pantalla. Entre tantos títulos memorables de esa época, surge ‘Nothing Sacred,’ una joya escondida dirigida por William A. Wellman, estrenada en 1937.

Esta película nos transporta a la América rural de los años 30, donde conocemos a Hazel Flagg (interpretada por Carole Lombard), una joven ingenua y un poco dramática que se cree enferma de radiación tras un supuesto accidente en su pueblo natal. Con la esperanza de encontrar una cura milagrosa, Hazel viaja a Nueva York, ciudad de sueños y oportunidades, pero también de desencanto. Allí, conoce a Wally Cook (Fredric March), un periodista cínico y sarcástico que ve en la historia de Hazel una oportunidad para recuperar su carrera estancada.

Wally decide inventar una historia épica sobre la vida de Hazel, presentándola como una víctima heroica de la radiación. Su plan funciona, y Hazel se convierte en una figura pública amada por todos, generando un gran revuelo mediático. Sin embargo, Wally comienza a sentir culpa por su engaño, especialmente cuando descubre que Hazel, a pesar de su ingenuidad, es una mujer amable y genuina.

El desenlace de la historia es inesperado y lleno de emociones, revelando un giro argumental que nos hace reflexionar sobre la verdad, la fama y el amor. ‘Nothing Sacred’ es una película divertida e inteligente que explora las complejidades de las relaciones humanas y la ética periodística.

Un reparto memorable con una química incomparable

Además de la trama ingeniosa y bien construida, ‘Nothing Sacred’ destaca por su reparto excepcional. Carole Lombard, conocida por su encanto natural y su talento cómico, interpreta a Hazel con una frescura encantadora. Su personaje es adorablemente ingenuo, pero también posee una gran fortaleza interior que la ayuda a afrontar los desafíos de la vida.

Fredric March, un actor versátil con un rango expresivo impresionante, encarna a Wally Cook con una mezcla perfecta de sarcasmo y ternura. La química entre Lombard y March es palpable en cada escena, creando una conexión romántica genuina que cautiva al espectador. El resto del reparto también está impecable, incluyendo a Charles Winninger como el padre de Hazel, un hombre bueno pero fácilmente impresionable, y a Helen Broderick como la amiga leal de Wally.

‘Nothing Sacred,’ un retrato social en blanco y negro con toques de humor

La película se ambienta en la época de la Gran Depresión, mostrando las dificultades económicas y sociales que enfrentaba Estados Unidos. A través del personaje de Hazel, ‘Nothing Sacred’ retrata la desesperación y la esperanza que caracterizaban a esa época, explorando temas como la búsqueda de la fama, la necesidad de pertenencia y el poder del amor para superar adversidades.

Detalles técnicos que marcan la diferencia

Desde un punto de vista técnico, ‘Nothing Sacred’ es una película notablemente bien realizada. La fotografía en blanco y negro de Joseph Ruttenberg captura la atmósfera melancólica de la época con gran sensibilidad. Las secuencias filmadas en Nueva York son particularmente memorables, mostrando la bulliciosa vida urbana contrastando con la inocencia de Hazel.

La música de Victor Young contribuye a crear un ambiente emocionalmente intenso, subrayando los momentos clave de la trama y amplificando el impacto del drama romántico que se desarrolla.

Un clásico olvidado que merece ser redescubierto

En resumen, ‘Nothing Sacred’ es una película inteligente y divertida que nos hace reflexionar sobre temas importantes como la verdad, la fama, el amor y la búsqueda de la felicidad.

Su reparto excepcional, su trama ingeniosa y su cuidada producción la convierten en una joya escondida del cine clásico americano. Si buscas una película que te haga reír, pensar y sentir a la vez, ‘Nothing Sacred’ es una excelente opción.

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